sábado, 14 de marzo de 2009

36 imposibles para un libro digital

  1. Imprimirle millares de huellas digitales.
  2. Forrarlo de papel manila morado.
  3. Sacarlo del agua y todavía leerlo.
  4. Ocultar fotos viejas entre sus páginas.
  5. Abrirlo en una página al azar.
  6. Quitarle con lujuria la envoltura de plástico.
  7. Llevárselo a una isla desierta.
  8. Usar algún separador coqueto.
  9. Saber a simple vista si ha sido leído.
  10. Promoverlo quemando la primera edición en una plaza pública.
  11. Darse el gustazo de comprarlo en pasta dura.
  12. Preservar los ahorros a salvo de los ojos de los palurdos.
  13. Enviarlo por correo con una carta perfumada dentro.
  14. Hacer de su portada seña de identidad.
  15. Apilarlo con otros: escultura fugaz.
  16. Ensalivar sus hojas, hasta que se deshoje.
  17. Guardarlo en una caja, ya deshojado.
  18. Pagarse el lujo de reencuadernarlo.
  19. Arrancarle algún prólogo infumable.
  20. Fumárselo.
  21. Leerlo cuasientreabierto, para no maltratarlo.
  22. Imprimirle la huella de un beso en la última página.
  23. Ahorrar mediante la edición de bolsillo.
  24. Camuflarlo bajo la cubierta de un catecismo.
  25. Toparse con un cheque sin cobrar dentro de la solapa.
  26. Cambalacharlo en una librería de viejo.
  27. Despatarrarlo un poco, de los puros nervios.
  28. Lanzarlo en llamas a la casa del autor.
  29. Envenenar sus hojas con pétalos cautivos.
  30. Leerlo durante un baño de burbujas.
  31. Olisquear el perfume de su última lectora.
  32. Echarlo por la ventana y correr a rescatarlo.
  33. Masajear las encías de un cachorro bibliófago.
  34. Olvidarlo en un tren y comprarlo otra vez, sin mayor drama.
  35. Aplastar a un mosquito impertinente.
  36. Inspirar más incisos de esta lista de atavismos.

Robado de El boomeran(g) gracias a Ciencia en el siglo XXI.

3 comentarios:

lamberto palmart dijo...

Yo añadiría en el caso de los libros antiguos: acariciar el papel, sentir su verjura, sentir la impronta de los tipos entintados que sobre él lo texturizan, su olor, su peso, que dependiendo del volumen te obligan a posicionarte en una determinada postura, elegir la luz ya sea diurna o eléctrica, más o menos intensa. Y sobre todo recordando la famosa frase de Napoleón ante las pirámides, podemos decir que cuando abrimos un libro antiguo, muchas décadas nos contemplan.

Saludos bibliófilos.

bibliotranstornado dijo...

Qué barbaridad, copio y pego una lista que he encontrado en otro blog y recibo un comentario mucho más apropiado para los temas de este blog y muchísimo mejor escrito que cualquiera de mis entradas. Si todavía no has visto el blog de Lamberto Palmart no deberías perder el tiempo viendo mi blog.

Gracias Lamberto

Ender Wiggins dijo...

lamberto: en realidad, los libros electrónicos, en su vertiente de tecnología de tinta electrónica, se basan en lo mismo que la tinta,es decir, en la coloración de un elemento (en el caso del papel, un punto). la tinta electrónica no funciona por iluminación, sino por miles de 'bolitas' que tienen la mitad negra y la mitad blanca y que se polarizan...

...sé que como explicación es poco poética :-)

No obstante, remarco que algunos de los elementos expuestos en esta lista son claramente falsos:

Forrarlo de papel manila morado; el mío viene con funda y hasta puedes ponerle pegatinas :-)

en cuanto a abrirlo por un a página al azar, también se puede hacer. comprarlo en pasta dura... más dura no se puede hacer :-PPP

enviarlo por paquete postal es caro, pero se puede hacer :-). Arrancarle un prólogo infumable es tan sencillo como editar el texto (no tan liberador, cierto)

Se le puede imprimir un beso, pero tiene que ser en todas las páginas :-P

eso sí, la que me ha llegado al alma es la de "Fumárselo"... ¡eso es trampa! ¡los que yo compro no los hacen de cannabis! :-)

después de disfrutar con esta pequeña lista, voy con mi opinión:

cierto es que con el libro electrónico se pierde el objeto, el romanticismo y cierta simpleza de uso (que no toda). parte del disfrute de la lectura es ese, el objeto, el entorno,...pero tiendo a pensar en que a veces somos un poco esclavos de nuestras costumbres.

Imaginemos un dispositivo de este tipo que funcione con batería solar, de un tamaño aceptable y las posibilidades que tendría para alfabetizar sitios recónditos. Una biblioteca entera en un dispositivo de estos. toda la información necesaria sobre agricultura, geografía, ... en la palma de la mano. Sin coste de transporte apreciable. Mucha gente dirá que es mejor mandar comida que libros a los desfavorecidos, y se equivocarán de cabo a rabo, al menos en el largo plazo. La información da posibilidades a la gente.

Soy un alma muy práctica. No creo que el libro electrónico sea un sustituto, sino un complemento del libro tradicional. Cierto es que desplazará en su uso al libro tradicional, tarde o temprano. Pero no menos cierto es que nos permitirá acceso a nuevos niveles de cultura.