miércoles, 17 de junio de 2009

Bestiario

Nota para impacientes: si buscas en este blog un bestiario antiguo lamento decirte que aquí, por desgracia, no lo encontrarás, aunque sería lo lógico salta a la siguiente página que te muestre Google y o ve a este blog.

Comenzamos con el Bestiario que no es un libro antiguo.

Todas las ferias del libro tengo la costumbre, hábito o vicio de regalarme un libro de Javier Tomeo, que después leo despacio para que no se me acabe pronto. Cuando se acaba lo dejo en la librería pensando que pronto releeré algunas páginas al azar, con una sonrisa en la cara.

Llevaba ya dos libros de tapa blanda consecutivos cuando vi que ese día firmaba Natalio Bayo, el ilustrador de la edición de lujo del Bestirario de Javier Tomeo.

Automáticamente lo compré, fui donde Natalio, con los mismos nervios que una adolescente frente a un ídolo pop, le pedí que me lo firmara (creo que hasta le llamé Javier en lugar de Natalio).

No sólo me lo dedicó sino que me hizo un dibujo.

¡Tengo un dibujo de Natalio Bayo original!

Mi dibujo Boli azul sobre papel satinado blanco. No sé si hacerme un mural para el salón o una camiseta o ambas cosas.

Natalio Bayo

Natalio Bayo El pintor/ilustrador/dedicador.

Javier Tomeo

Javier Tomeo Mi idolatrado Javier Tomeo.

Portada

Portada Portada del Bestiario.

martes, 9 de junio de 2009

Excusa

Llego del trabajo y mi mujer se va en media hora, la mayor me muestra la herida que le ha hecho otra niña y el pequeño se despierta de la siesta. Mi mujer se va. Aún falta una hora para el fin de subasta de Ebay. Recojo la vajilla y pongo una lavadora con mi ropa mientras voy cogiendo y dejando a el pequeño. Saco la basura y cuando voy a pujar algo huele a podrido en el pañal de el pequeño. Lo cambio y salgo al pasillo a dejar la basura. Esta vez con las llaves, no me volveré a quedar en el pasillo en calzoncillos. Faltan tres minutos y el precio no ha subido, ofrezco el doble y espero un minuto para hacerla en firme. Me han superado, el ganador se lo lleva por el doble de lo que estaba dispuesto a pagar. El libro lo valía, pero me estoy reservando para comprar un gótico. Mientras pienso que lo que me está pasando lo podría poner en una entrada del blog, incluso podía imitar El Ulises (tengo que hacer un esfuerzo a ver si ahora consigo leérmelo, si mi adolescente bibliófago favorito y la reina del pelucón habrá que darle una tercera oportunidad). Le doy la cena al pequeño y paso a lavarle el pelo a la mayor, mientras le seco el pelo cantamos y hacemos el tonto para que el pequeño que está en su hamaquita se entretenga y no llore. Hago la cena y el pequeño tiene sueño. Viene mi mujer en el momento justo. Le da la cena a la mayor y yo acuesto a el pequeño. Leo que la Biblioteca Nacional va a colaborar con Google para mostrar su archivo digital aunque son cicateros y habrá que ir a ver el libro completo a su web. Seguro que esta tontería hace que nos perdamos un formato más cómodo o algún servicio añadido que prestaría Google. Escribo esta entrada al blog, escaneo un dibujo y fotografío un elemento de esta entrada. ¿Porqué no actualizaré frecuentemente?