jueves, 12 de febrero de 2009

Fin de una etapa

De Taringa

Cuando era pequeño le enseñé mi álbum de cromos a un amigo de mi padre y el me contestó que coleccionaba planchas antiguas.

A mí eso no me sonaba a colección, con mis cromos yo sabía qué cromos me faltaban, donde se colocaba cada uno...

En una colección de planchas o libros antiguos o de piedras del campo los límites son autoimpuestos.

Y en eso estamos. He conseguido un libro de mediados del XVI y no me puedo permitir comprarme no sólo un incunable sino un post-incunable, así que ya tengo libros desde el 1564 hasta nuestros días, con ejemplos de encuadernaciones, tipografías, formatos, e idiomas variados.

Como además no tengo casi espacio en la librería, a partir de ahora me voy a dedicar a consolidar mi colección, con un catálogo medianamente serio y no voy a comprar más libros.

P.D.: A ver cuanto tiempo aguanto.