Este verano ha instalado una pertinaz sequía sobre la blogosfera biblifílica
(véase la
columna de la izquierda con los blogs de los fieras del tema de los libros
vetustos y como hace ya varias semanas que no publican casi nada), así que
pongo este comentario que aunque tenga poca enjundia es mejor que nada.
Por fin he conseguido mi
gótico post incunable, un ejemplar mutilo, italiano
en latín, de tema religioso y sin grabados.
Me queda la tipografía y las
características propias de su edad.
A pesar de las características negativas que tiene este libro, me gasté todo
el presupuesto bibliófilo
del primer semestre del año y aún faltó, por lo que me propuse esperar un
tiempo antes de comprar nada nuevo.
El problema surgió cuando al ayuntamiento no se le ocurrió otra cosa que
dinamizar el verano cultural instalando unas casetas de libreros de viejo en las riberas del río.
Allí me fui con mis retoños, a la mayor le compré un cuento reversible (se
puede empezar a leer por delante y por detrás) y al pequeño nada, que se
lleva todo a la boca. Pero yo me compré un elefante.
Bueno, realmente no es un elefante (elephant, formato inglés para definir el
tamaño doble folio) pero es un folio mayor, de mediados del XVIII, grueso y
con el título escrito en letra gótica en el lomo de pergamino.
En él me gasté el resto del presupuesto del año.
La lista de escusas para mi esposa hace tiempo que la gasté.
En el puesto dejé un ejemplar de principios del XVII con pies de mosca en
lugar de sangrías o espacio extra interlineal (me encantan con este formato),
a la espera de encontrar una excusa.
Demasiado tarde me enteré que estos puestos sólo estaban en julio y no todo
el verano, como había supuesto. Y además no sabía el nombre de la librería
que llevaba el puestecillo. Pero como pagué el elephant con tarjeta de
crédito a principios de agosto ya sabía el nombre de la librería y además es
de la ciudad. Sigo buscando la escusa pero ese libro me está esperando.
Mientras busco la manera de comprar el libro anterior mi mujer me ha dicho que no compre ninguno, bueno... si veo alguna ganga que vaya a por ellos.
Ya han caído dos.
Un vendedor de libros viejos de ebay es muy parco en descripciones y
fotografías y por unos pocos euros podía conseguir un segundo tomo de la
Historia ab Urbe Condita de unos 100 años posterior a la edición que tengo yo
. Pero gracias a que el librero no conocía el formato que se utilizaba en
Ámsterdam para las fechas, item más, no describió al impresor, item más, no publicó la foto de la portada, item más, sólo pujé yo, creo que por pena por el pobre libro que iba a quedar huérfano sin que nadie lo comprar.
Ahora soy el feliz poseedor de un Elzevir que continua mi la Historia de Roma, 30 años después.
Y aunque está un poco abierta la encuadernación, no me entristezco, ya que
como material auxiliar de encuadernación se han usado hojas impresas en letra
gótica.
Del segundo chollo no puedo aportar muchos datos ya que lo acabo de comprar
pujando un euro más que el otro pujador y que espero que llegue esta semana.
Además de comprar estoy acabando un primer listado de todos mis libros antiguos y viejos que próximamente publicaré en este blog y estoy leyendo un libro que trata de libros perdidos que también comentaré en estas páginas.
Feliz verano y cuidado con el sol